El era la única persona con quien me faltaban las palabras pero la única persona con quien quería hablar.

Tu, y tu “tenemos que hablar…” ya te lo imaginaras, agárrate fuerte que vienen curvas. 

Frente a mi veo como se desmorona poco a poco la montaña de no se que,  que ambos hicimos con nuestras sonrisas, los recuerdos a medias con el libro a medias y las medias historias. memorias que se borran... las fotos en las que no salimos, nuestra historia es como si no hubiera existido, Y aquí estamos, Aquí donde yo no soy una puta niña malcriada, y tú no eres precisamente un príncipe azul. Aquí donde no beso ranas y tú no eres feliz del todo. Aquí con un abismo, tu tenemos que hablar y el te amo que nunca voy a decir abierto entre los dos, Seguimos contándole secretos al aire y echando las lágrimas al olvido.

esto no es más que el inmenso mar al principio de los días te veía entero, sonriente y ahora sólo veo tus dedos que me saludan desde el otro lado del silencio, desde el otro lado del vodka, desde el otro lado del humo, estamos en el centro de un cristal roto que cada día se abre más y más nuestros reflejos en el espejo de los días no son más que un rompecabezas mal armado de nuestros sueños...